«Max hizo un lazo tan fuerte con su dueño (Kyle) que es imposible que siga a nadie más.»
Esta frase define, para mí, la clase de relación que deseo a todos los humanos que posean un perro.
En el momento en el que un perro conecta con su dueño y viceversa, se crea una complicidad y una confianza casi indestructible.
Lo reconocerás cuando veas perros que no le quitan ojo a sus dueños ( no confundir con el apego), que casi sin decir una palabra el perro sabe lo que se espera de él y la persona sabe y percibe lo que siente su perro. Siempre van juntos, son inseparables. Les une una correa invisible, se cuidan y protegen el uno al otro, se mueven al unisono y se complementan a la perfección.
Pero no te voy a engañar, son pocas las personas que gozan de este tipo de conexión con sus perros.
La pregunta es :¿Pueden todas los propietarios y sus perros llegar a tener tal relación?
Yo creo que si, que la mayoría de personas podrían conseguirlo. Pero para ello hay que tener en cuenta 2 cosas:
1- Si deseas que tu perro se convierta en tu más fiel seguidor y mejor amigo, antes que nada debes saber respetar sus necesidades como especie animal que es y deberías parar de humanizarlo todo el tiempo por tu mera satisfacción personal. Este punto es el que más suele costar, pero ten clara una cosa (que no me cansaré jamas de repetir las veces que haga falta), humanizar a tu perro te va bien a ti, pero a él no le haces ningún favor.
2- Trabajar mucho y tener paciencia. Con el trabajar, me refiero a seguir una estructura, en los paseos, en casa, a la hora de comer, a enseñarle normas de comportamiento y obediencia. Un perro siempre está esperando que le digas que es lo que tiene que hacer. No lo veas como un tipo de represión, no confundamos las cosas. A la gran mayoría de perros les encanta que los retes y les enseñes cosas nuevas, siempre están predispuestos a satisfacerte. Y en cuanto a la paciencia, me refiero a no darlo por perdido, a tomarte el tiempo que él (y no tú) necesite para asimilar y entender lo que le estás pidiendo. Porque, ¿cómo pretender que confíe y te respete si no eres constante, paciente y lógico con él?
Quizás te suene pretencioso, pero puedo afirmar que mi perro y yo gozamos de este tipo de relación. Y te aseguro que es maravilloso.
Te animo a que lo intentes, la recompensa final es alucinante.
Así que párate a pensar y dime: ¿Cuál es el tipo de relación que tienes con tu perro? ¿Lo respetas lo suficiente para darle aquello que de verdad necesita? ¿ O lo tratas como a un humano anulando así sus orígenes?
Sea cuál sea tu respuesta, sea cuál sea la relación que quieras, lo que nunca debes olvidar es que el respeto y la confianza no se regala, se gana.