La mejor recompensa para el perro, su dueño.
Mi nombre es Paula, y decidí hacerme educadora canina y especialista en comportamiento canino básicamente por 2 motivos =
- Probé varios caminos, diferentes trabajos pero ninguno de ellos me llena y me hace tan feliz como trabajar con perros.
- Me di cuenta que por falta de información muchos perros se hubieran salvado de la eutanasia o el abandono.
Los perros siempre han acompañando al hombre de un modo u otro. Es a día de hoy que somos conscientes de todo lo que nos pueden proporcionar: compañía, ayuda terapéutica, ayuda para encontrar y salvar a personas, etc.
Ellos nos dan mucho, ahora nos toca a nosotros darles lo que ellos necesitan.
Los perros, desde siempre, me provocaban tanta curiosidad, admiración, respeto y ternura que mi curiosidad por ellos cada vez era mayor.
Por cosas de la vida me fui a vivir a Parí y allí es cuando descubrí que existían formaciones para aprender su comportamiento y modificación de conducta. Así que no lo dude y me lancé a ello con la mayor de las ganas.
Una vez finalizados los estudios presenciales, colaboré con protectoras y asociaciones de rescate animal.
La educación básica no es suficiente para poder ayudar aquellos perros que se encontraban física como mentalmente «rotos» ( miedos, fobias, agresividad, ansiedad, etc).
Por eso la especialización en comportamiento y psicología canina.
Me dedico ha este trabajo para que las personas entiendan mejor a los animales (perros) y evitar, así abandonos o sacrificios innecesarios.
Compartir mi experiencia y conocimientos para poder mejorar la vida tanto de los humanos como de los canes me llena de fuerza, energía y felicidad.
Os puedo asegurar que cuando se establece una vía de comunicación directa entre un perro y un humano se consigue la mejor relación que todo propietario de perro siempre a deseado. Y esa es la mejor manera de disfrutar de nuestros perros.